En estos años las noticias de concentraciones, protestas y apoyo a personas y familias que iban a ser desahuciadas de sus viviendas, nos han acompañado en multitud de ocasiones, dramas sociales y familiares que han sensibilizado a una sociedad, demasiado acostumbrada a mirar a otro lado cuando el problema no les tocaba directamente.
La inmensa mayoría de las familias es sabedora, de los esfuerzos y sacrificios que cuesta construir una familia, dotarla de comodidades, de una confortable vivienda, de una tele grande, nevera, lavavajillas, DVD, y un largo etc, que poco a poco, granito a granito, vamos adquiriendo a lo largo de la vida, pero un día algo cambia, perdemos el trabajo y...............el banco embarga nuestra vivienda por impago de hipoteca.
TRISTE VERDAD? TANTO ESFUERZO PARA QUE?
Pero si un día, en vede el banco, el que te seca de tu casa es una orden judicial fruto de una denuncia falsa por V.G, como gestionas eso, en que se convierte tu vida, pasas de tu confortable sillón, al duro frió asiento de tu coche, de tu tele de plasma, a una radio a pilas y de tu bañera de agua caliente, a los baños públicos de las gasolineras.
Desgraciadamente no es raro ver noticias de V.G, pero no es menos desgracia los cientos de hombres que son denunciados falsamente por V.G, por que a pesar de la ocultación mediática, las denuncias falsas están hay, denunciados en procesos de divorcio, infidelidades, por la custodia de los hijos, o por el simple despecho hacia el hombre que un día califico de amor.
En estas denuncias (denuncias falsas), el hombre se convierte en marginado, en ocasiones señalado y etiquetado por personas que no conocen la historia que existe detrás.Y QUE MANTIENE A ESE HOMBRE EN LA CORDURA.
Ese hombre, sin futuro, marcado por la hipocresía de la sociedad que no se atreve a decir lo que piensa o sabe, apartado de sus hijos, ese hombre que sera detenido si su mujer o pareja le denuncia de nuevo, sin mas pruebas que sus palabras, ese hombre al que se le embarga su nomina para pagar un piso del que fue expulsado sin motivos, mientras el duerme en una trite habitacion de hostal, donde esta el limite de la cordura, donde esta esa fina linea que separa la razón de la locura.
RECORDAR:
Detrás de cada noticia, de cada persona, hay una historia.
Pablo Salas Alcolea
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